No
me equivocaría en decir que Napalm Death han arrasado todas las ciudades por
donde han pasado en su gira por España y podría terminar la crónica aquí,
porque esa es la palabra, ARRASAR. Simplemente sólo había que ver el ambiente
de la calle de la Sala Ritmo y Compás, espacio que desgraciadamente tendrá que
cerrar sus puertas a principios de marzo. Destacando también que han agotado
entradas en varias noches y bastantes personas se quedaron con las ganas de
verles. Pero el ambiente en la calle y el “sold out” era el aperitivo a todo lo
que estaba por llegar.
Los de Birmingham estuvieron acompañados de dos bandas teloneras que
demostraron un nivel brutal, ambas formaciones madrileñas, Hindrance y
Teething. Algo grande tenía que estar pasando esa noche del 4 de febrero para
que estos dos grupos consiguieran reunir más público que Comeback Kid o Deez
Nuts en sus visitas respectivas el pasado año y en la misma sala. Hindrance
golpearon primero con un grindcore muy crudo y machacón, al estilo de Looking
For An Answer. No dejaron ningún momento de respiro.
Los siguientes en demostrar su calidad fueron Teething y lo hicieron a base
de bien. Con más espacio que Hindrance para un sonido algo más “melódico”
desplegaron un interesante abanico de estilos, metalcore, grindcore, crust… Una
actuación de nota muy alta en el que todos los miembros cumplieron con creces
la responsabilidad de ser la antesala a la masacre llamada Napalm Death. A
destacar la hiperactividad que mostró el vocalista en la actuación, bajando del
escenario, subiendo a los altavoces de la sala, encaramándose a la barandilla
de la planta de arriba, etc. Simplemente máximo respeto para estos dos grupazos
que supieron estar a la altura de ser los teloneros de los reyes del grindcore.
Teething.
Foto: Unlimited Rock Magazine
Llegaba
la hora de la verdad con Napalm Death, si con Hindrance y Teething la sala
estaba llena, ahora no había espacio ni para el oxígeno. Tocaron un “setlist”
de veinticuatro temas del tirón, apenas hubo descanso. Hora y unos pocos
minutos de un grandísimo concierto para jamás olvidarlo. La fiesta comenzaba con “Circumspect”, “Errors in the
signals”, “Everyday Pox”, “Can´t play, won´t pay”, “Protection Racket”,
“Silence is deafening”, “The wolf I feed”, “Mass appeal madness”, “Practice
what you preach”, “Lucid fairytale”, “Continuing war on stupidity”, “Dead” y
“Deceiver”.
Mostraron
una contundencia impresionante, una batería que no paraba de golpear y macharte
los tímpanos, el bajo y la guitarra no quedaban atrás y la voz de Barney es
jodidamente increíble escucharla en directo. Tampoco se olvidaron de entre
canción y canción mandar mensajes anticapitalistas y antifascistas, si son
grandes no es sólo por su música sino también por el mensaje que mandan y que
más de treinta años después mantienen.
Napalm Death.
Foto: Unlimited Rock Magazine
El
resto de temas fueron “On the brink of extinction”, “Unchallenged hate”, “Nom
de guerre”, “Suffer the children”, “In the truth be known”, “Nazi punks fuck
off” (grandísima versión), “Scum”, “Life?”, “The kill”, “You suffer” y “Siege
of power”. Realizaron un repaso a su discografía, pero sobre todo centrándose
en sus álbumes Scum, From Enslavement To
Obliteration y, el último sacado el pasado año, Utilitarian.
Napalm Death.
Foto: Unlimited Rock Magazine
Un
concierto sobresaliente, Napalm Death al 100% de rendimiento y un público
totalmente entregado. Superan los treinta años de existencia como banda y le
ponen más ganas y valor a lo que hacen que muchos otros jovencitos que a los
cuarenta minutos ya están cansados encima del escenario. Larga vida a Napalm
Death.
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