Unlimited Rock Magazine
llegaba a tierras alemanas el día 31 de julio habiendo escuchado todo tipo de
historias sobre Wacken y era nuestro momento para vivir la nuestra. La llegada
al festival debió de producirse el día anterior, pero la compañía aérea fue la
culpable de no poder disfrutar al completo de la batalla de bandas, la antesala
a la orgía de Heavy Metal que iba a comenzar el jueves 1 de agosto. Tuvimos que
“conformarnos” el miércoles con explorar el enorme recinto de Wacken e ir
catando diferentes cervezas y carnes alemanas en la Wackinger Village.
1
de agosto
Wacken es un encantador y
tranquilo pueblecito alemán que se convierte en la mayor ciudad del Heavy Metal
del mundo durante las fechas del festival. Miles y miles de personas llenan las
calles, el camping y la zona de conciertos. El día lo iniciamos bajo un calor
terrible con Skyline, que no
faltando a la costumbre de ser claros en nuestras crónicas, fueron un puto
coñazo. Rápidamente entramos en un campo de minas con la caña burra de los canadienses
Annihilator, aquello ya se iba
pareciendo a lo que nos habían contado con el barro y los enormes “circle pit”.
Después de la brutalidad llegaba la clase de los ingleses Thunder. No es una banda que me apasione, pero dieron un recital de
hard rock y fueron impecables. La tarde iba pasando y llegaba uno de los
momentos cruciales. Los míticos Deep
Purple encendían la traca del rock and roll y el descontrol. La gente se
volvía loca con los temazos de siempre de la banda, el crowd surfing se convertía
en deporte nacional y el alcohol era ya imprescindible en la alimentación del
metalhead. Después de bastantes horas sin descanso, aún quedaba lo más gordo
con los cabezas de cartel del Wacken 2013. Era la hora de la matanza final con Rammstein. ¿Qué decir de un concierto
sobresaliente? Nadie quiso perderse la actuación y eso se notó en lo
insoportable que era estar todos los asistentes allí amontonados. Pese al
exceso de público y llevar horas y horas sin sentarnos ni un minuto, gozamos de
uno de los mejores conciertos que se pueden disfrutar en todo el planeta a día
de hoy. Tanto musicalmente como el espectáculo que ofrecen es totalmente único
y verlos en Alemania no tiene precio. Por último, añadir que a uno se le ponían
los pelos de punta al ver a los alemanes cantar los temas de la banda como si
les fuera la vida en ello, convertían las canciones en himnos.
2
de agosto
El segundo día de Wacken lo
iniciamos con un calor más asqueroso aún que el que soportamos el día anterior,
puro fuego en el cuerpo. Con Gojira empezaba
nuestro día, ofrecieron un buen concierto pero les faltó algo más de chispa.
Nos tomamos un descanso para coger fuerzas para otro día duro. Volvíamos a la
carga con los daneses Pretty Maids,
dieron un gran concierto que extrañamente no estaba a reventar de público como
la gran mayoría de actuaciones de Wacken. Llegaba la hora del hardcore y eso se
notaba en las ganas de golpes que tenía la gente. Sin lugar a dudas Agnostic Front dieron una fiesta de
“pogos” y “circle pits”, si en el Hellfest de este año fueron muy buenos… en
Wacken lograron ser cojonudos y dieron uno de los mejores directos del
festival. Con los suecos Sabaton
continuaba la fiesta y su power metal conectó a las mil maravillas con los
asistentes. Después de los nórdicos tocaba otra banda de las grandes de la
historia del rock and roll. Al igual que con Rammstein, nadie quería perderse a
Lemmy, Phil y Mikkey. Todos presentíamos que iba a ser un concierto muy grande
y se iba a liar gorda. Motörhead, al
igual que el público, calentaba motores y daba inicio a otra actuación de
locura. Pero al cuarto o quinto tema, estando todos calientes como estufas y
con ganas de desfasar, a Lemmy le da un “chungazo” y nos quedamos sin
concierto. Tras el palo nos quedaba el consuelo de saber que de nuevo íbamos a
disfrutar de otro fiestón con Doro. La
de Düsseldorf se presentaba con una gran escenografía y bastantes
colaboraciones para el directo. Otra actuación de nota alta en el Wacken 2013.
Finalizamos la jornada con ASP, una
banda demasiado alemana para el oído extranjero pero que personalmente me
gustaron y que me ganaron definitivamente con la versión que hicieron de “I
Don´t Wanna Be Me” de los desaparecidos Type O Negative.
3
de agosto
Llegábamos al tercer y
último día del mejor festival de Heavy Metal del mundo, aquello se terminaba
pero aún quedaba una gran jornada de rock and roll y metal. Fear Factory
sonaron como una metralleta y no era necesario estar cerca del escenario para
sentir los golpes de la batería en el pecho. Muchos esperaban con ansias a Lamb Of God y no defraudaron. Tuvieron
un sonido excesivamente alto y la lluvia torrencial no fueron precisamente
aliados para los de Virginia. La tormenta calmó las altas temperaturas de los
días anteriores y finalizó justo en el momento del turno de Anthrax. Para ser directos, estos tíos
les dan mil vueltas al resto del The Big Four en la actualidad. Simplemente estuvieron
increíbles. Danzig dio un buen
recital, menos agresivo que en el Hellfest pero de nuevo imprescindible para un
festival. También hay que decir que hace mucho la presencia de Doyle y el
repaso que hacen a varios de los clásicos de los Misfits. Después de ver a la
banda de Glenn Danzig sólo se interponía otra banda antes de Alice Cooper, esos
eran Trivium. Resultaron ser un poco
bastante espesos. Por fin llegaba el turno de otra de las leyendas vivas del
rock and roll, Alice Cooper.
Concierto y espectáculo de sobresaliente para el protagonista, al igual que los
músicos que le acompañaban. Destacar a esa pedazo de rubia que hizo milagros
con la guitarra. Borrachos perdidos debatimos a qué calvo íbamos a ver para
finalizar el Wacken, al vocalista de Rage o al de Meshuggah. Finalmente
terminamos en Lingua Mortis Orchestra
Feat. Rage.
¿Qué conclusiones sacamos de
nuestra primera visita a Wacken? Pues muchas y muy buenas. No hay suficientes
elogios para una organización que es capaz de llevar un festival con más de
80.000 locas y locos de la música y es capaz de garantizar que los asistentes
tengan los menores inconvenientes en tener una higiene más que aceptable, en
España esto es absolutamente impensable. Wacken es un festival en el que verás
a una serie de bandas que será imposible volver a ver en cuestión de sólo tres
días, Deep Purple, Rammstein, Doro, Anthrax, Danzig, Alice Cooper, etc. Por
encima de la música en Wacken está la diversión y las aventuras que cada uno va
teniendo, si añades la excelente comida y bebida, sin olvidarnos de las
preciosas chicas alemanas, tienes algo así como el paraíso durante unos días.
¿Hay algo negativo? Claro, un tiempo cabrón que pasa en cuestión de segundos de
un calor terrible a una lluvia salvaje y fría o que quieras o no vas a tener
que dejarte un dinero considerable. Pero la verdad es que al lado de lo
positivo no supone un impedimento para desfasar y pasarlo en grande como en
pocos sitios. Otra cosa de admirar es como se vuelca el público alemán con sus
bandas, desde Rammstein hasta el grupo con el nombre más impronunciable quedan
a la misma altura que cualquier banda internacional con el calor de la gente.
Esta cutre crónica no
refleja absolutamente nada de lo que en Wacken sucede, ni a nivel musical ni en
lo que a diversión se refiere. Hay que dejarse dinero, pero recomendamos a
todas y todos los amantes de la buena música y el descontrol que no duden en
viajar a este festival, la experiencia es para toda la vida. No sabemos cuándo,
pero Unlimited Rock Magazine repetirá y volverá a dejar su huella.
Lo que pasa en Wacken se
queda en Wacken!!!
Wackeeeeeeeeen!!!
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