Tras una larga espera de dos
años desde que visitaran por última vez Madrid, la banda de epic metal TURISAS
volvió a asaltar la capital el pasado miércoles 12 de febrero. Los guerreros finlandeses vinieron a
presentarnos su nuevo trabajo "Turisas-2013" apoyados por la joven
banda norteamericana de death metal melódico STARKILL, encargados de caldear el
ambiente interpretando temas de su primer álbum "Fires of Life".
Sorprendió una vez en el interior de la sala la poca afluencia de público que sobrepasaba con dificultades la mitad del aforo de la sala "Shoko" y la completa ausencia de las ya míticas pinturas de guerra que suelen siempre teñir de negro y rojo los rostros del respetable en los conciertos de los nórdicos. Sin embargo, fue una situación achacable a que el concierto se celebrase entre semana, pero el público que acudió demostró ser fiel seguidor de la banda y no paró de animar y disfrutar de la buena noche que nos ofrecieron ambos grupos.
Comenzaron los STARKILL
asaltando el escenario con una arrolladora energía, media hora después de la
apertura de puertas regalando un sonido potente y empastado. Pese a su juventud
se pudo ver la gran calidad técnica de sus músicos mientras interpretaban temas
como "Sword, Spear, Blood, Fire" o la homónima del disco "Fires
of life". No dejaron de mover las melenas guiados por el atronador e
infatigable batería Spencer Weidner, que desde un comienzo sorprendió a todos
con su energía y el impresionante dominio de un doble bombo que se asemejaba a
una metralleta metronomizada. Sin embargo el equipo de la sala no pudo con
tanta potencia y surgieron los problemas técnicos, ensombreciendo parte de la
actuación de los de Chicago, quienes entre los ánimos del público y demostrando muchas tablas, aguantaron el tipo
continuando con el espectáculo a pesar de quedarse mudos por momentos hasta que
el sonido volvió a normalizarse.
Tras un breve descanso de
quince minutos durante los que el equipo técnico trabajó para poder ofrecer de
nuevo la ecualización sonora adecuada, llegó el turno de los nórdicos, quienes
como no podía ser de otra manera, interpretaron "Ten More Miles", uno
de los mejores temas de su nuevo trabajo que posee videoclip propio y que tras
unos pocos compases logró una comunión entre el público y la banda que se pudo
disfrutar hasta el final del evento. Sin un segundo que perder tronó la
coreable "Take the Day", reforzando la energía del público cada vez
más animado en los coros, seguida de "To Holmgard and Beyond", con la
que la banda nos dejaba clara su intención de intercalar con clásicos el
novedoso set list durante el resto de la velada.
Cabe destacar la imponente
puesta en escena del grupo, el cual consiguió rellenar en cada momento los
huecos vacíos del escenario, liderados por el gran Mathias Nygârd, capaz de
atrapar al público en la actuación con sus divertidos "speeches" y su
potente voz. Conviene señalar la gran actuación individual de cada uno de los
miembros del grupo, gracias a la cual consiguen mantenerse todavía a la cabeza
de los grandes grupos de epic y folk metal del panorama europeo. Hay que
destacar de entre ellos la labor de Olli Vänskä, quien aparte de aportar el
toque folk a la banda con su violín, parece no estarse quieto en prácticamente
ningún momento llenando de vida con sus melodías el escenario.
Continuaron con temas
como “The Land of Hope And Glory” y “Rex
Regi Rebellis” y sobrevino uno de los momentos de mayor euforia del público con
la mítica "Battle Metal", tras la cual, aprovechando la euforia
generada, volvieron con el tema del nuevo disco "We ride Together" interpretándolo
para agradecer al público y al equipo que les acompaña en la gira su apoyo.
Finalmente acabaron con una canción poco frecuente en sus directos debido a la
longitud de la misma, "Miklagard Overture", que fue interpretada con
gran acierto e hizo las delicias de más de un fan que jamás habría esperado
poder disfrutarla en vivo.
Después del ya tradicional
parón, los guerreros finlandeses volvieron a escena para descargar sobre el
público dos esperados bises, siendo el primero “Stand Up and Fight” que sirvió
de magnifico preámbulo a la joya de la noche con la que se convirtió la sala en
una autentica fiesta: la versión “Rasputin”, tras la cual el grupo se despidió
de un eufórico público que les agradecía con su fidelidad el haber visitado
nuestra ciudad con su nueva gira.
Texto y fotos: Pablo Yago González
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