12 de julio de 2016

Crónica del Barna N Roll 2016, Poble Espanyol (Barcelona), 09/07/2016



Con las confirmaciones de los norteamericanos Bad Religion que iban a estar en tres fechas por nuestro país, la más llamativa sin duda fue la que los anunciaba para el “Barna N Roll”. Desde un primer momento pensamos “qué cojones iba a ser eso”. Pues finalmente resultó que fue uno de los mejores eventos del verano y seguramente del año 2016.

El Barna N Roll se convirtió en un festival de un día con ocho bandas que nos harían disfrutar desde el principio hasta el final. Claramente estábamos ante una cita enfocada al punk rock, pero la participación del metal de Soziedad Alkoholika y el ska de Bad Manners solamente podía redondear un cartel de diez, originalidad y calidad a raudales. Tampoco era de extrañar del buen hacer de la organización, cuando eran las personas encargadas del Gasteiz Calling de Vitoria. Otro dato más y muy importante es que, ese mismo fin de semana había no sé cuántos festivales en Barcelona y también se celebraba el todopoderoso Resurrection Fest de Galicia que podía afectar a la asistencia de público, pues contra viento y marea el evento se llenó hasta arriba y el Poble Espanyol se quedó pequeño.


La jornada comenzaba con dos grupos catalanes que pese a un sol abrasador y molesto tuvieron un apoyo destacable por sus seguidores, que no eran pocos. The Anti-Patiks y Crim demostraron que no sólo estaban ahí por ser de la tierra, abrían un evento repleto de bandas míticas y de calidad porque ellos por el momento van sobrados de lo segundo. Los primeros abrieron con energía y ganas, recordándonos sin dudarlo ni un instante a una especie de mezcla de Nofx y The Toy Dolls, tanto musicalmente como por estética. “Només el Punk Rock em fa feliç” fue uno de los mejores momentos de su breve actuación. Al igual que The Anti-Patiks, Crim tampoco puedo gozar de demasiado tiempo, pero lo aprovecharon. Con muchos skins esperando la actuación de sus amigos, los de Tarragona dejaron huella y un tema como “Castells de Sorra” se queda grabada a fuego, aunque no entiendas apenas el catalán. Simplemente esperamos que estas dos formaciones sigan creciendo y lleguen a festivales de todo el estado, lo valen y mucho.


Fueron la última confirmación para el Barna N Roll y qué acierto incluirlos para una jornada así. Adolescents eran la primera banda anglosajona en tocar y como no podía ser de otra forma hicieron las delicias de los más veteranos, temas nuevos y los de toda la vida “No Way” o “Amoeba”. Pasa el tiempo, pero son otro de esos grupos incombustibles que, aunque los años de gloria se hayan marchado son necesarios, son historia viva del punk. La nota metalera del día la iban a dar los imparables Soziedad Alkoholika. Ya puede ser en un Viña o en Resu que los vascos siempre quedan de lujo en todos los carteles de los festivales. La sombra por fin llegaba al recinto del Poble Espanyol dando un respiro al público, pero S.A. golpeaba sin parar y comenzaba a calentar al Barna N Roll hasta la conclusión del festival. El ambientazo ya era increíble y en las primeras filas los pogos eran los dueños de la situación. Y aunque estemos hartos de escucharla, mentira, no estamos hartos, “Piedra Contra Tijera” sigue poniendo los pelos de punta y el subidón que recorre tu cuerpo es indescriptible.


Con el festival funcionando a pleno rendimiento llegaba el turno de unos que los tenemos más vistos que el jodido tebeo pero que resultaron ser para muchos los verdaderos vencedores de la noche. The Toy Dolls conquistaron Barcelona haciendo exactamente lo mismo de siempre, repertorio de siempre, bailecitos de siempre, tonterías de siempre, estética de siempre, etc. Pero entre que sonaron bastante bien y que el público estaba receptivo obtuvimos un resultado final de merecido aplauso. Seguramente para bastante gente del público, Olga y los suyos hicieron sombra a los protagonistas y cabezas de cartel de la jornada.


Desde Los Angeles, California, una vez más nos volvían a visitar, una de las mejores bandas de punk rock de la historia, no necesitaban presentación, eran Bad Religion. Asustaba ver desde atrás y en alto toda la perspectiva del recinto que estaba a rebosar de gente, miles y miles de personas se agolpaban para presenciar la actuación de Greg y compañía. Cuando los músicos saltaron al escenario se quedaron alucinados del ambientazo que había en el Poble Espanyol y el público no podía contener la emoción. Pero todas esas grandes expectativas se fueron apagando cuando el sonido no acompañó demasiado y la actitud de los músicos, no vamos a decir pasotas, pero sí demasiado correctos. Hicieron como de costumbre una gran lista de temas, uno detrás de otro y sin parar, llegando por momentos a ser un tanto monótonos. Aunque todo esto no quita que en temas como “American Jesus” se desatar la locura y a rasgos generales la actuación si pasase de manera sobrada el aprobado, aunque lejos del notable.


Ya con poquitas fuerzas aún quedaba un cierre de Barna N Roll que daba miedo por el cansancio acumulado de un día tan intenso. Talco terminaba de rematarnos con su ska punk fiestero y cañero, aún quedaba bastante gente tras la actuación de Bad Religion. No hay suficientes halagos para una banda que tiene uno de los mejores directos, empiezan a mil y terminal a mil por hora. Y pensar que en su país no son tan queridos como aquí en la Península…, por algo han venido a Barcelona a vivir. Y ya por fin, con los últimos resistentes dispuestos a bailar, llegaba el ska clásico de Bad Manners. Con un Buster Bloodvessel bastante jodido físicamente, nos dejamos llevar a ritmos jamaicanos y nuestra cabeza ya poca atención prestaba a todo lo que sucedía a nuestro alrededor.


Como valoración final, nuestra impresión y todo lo que pudimos vivir allí es que Barna N Roll fue un rotundo éxito. Una selección de bandas exquisita, una localización dentro de Barcelona espectacular, precios razonables de las bebidas (sin olvidarnos de las moneditas de pago que llevaban un provocador ACAB, “all coins are beatiful”), un público que (exceptuando a algún rutinario subnormal) dio la talla y tuvo un comportamiento ejemplar, unos horarios que se cumplieron bastante bien, una buena organización y un largo etc., hacen de este evento uno de los mejores de este año. Las únicas pegas que podemos poner es que una vez dentro del recinto, si salías, ya no podías volver a entrar y eso no nos pareció nada correcto. El sonido es otro aspecto a pulir urgentemente.

Simplemente estamos deseando que tengamos el anuncio de que habrá Barna N Roll en 2017 e irnos mentalizando que volveremos a esa maravillosa ciudad llamada Barcelona. Y por pedir… a ver si nos traen a unos Rancid o Social Distortion.






Texto: Núria y Adri
Fotos: Barna N Roll

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