Con las confirmaciones de los
norteamericanos Bad Religion que iban a estar en tres fechas por nuestro país,
la más llamativa sin duda fue la que los anunciaba para el “Barna N Roll”.
Desde un primer momento pensamos “qué cojones iba a ser eso”. Pues finalmente
resultó que fue uno de los mejores eventos del verano y seguramente del año
2016.
El Barna N Roll se convirtió en un festival de un día con ocho bandas que nos harían disfrutar desde el principio hasta el final. Claramente estábamos ante una cita enfocada al punk rock, pero la participación del metal de Soziedad Alkoholika y el ska de Bad Manners solamente podía redondear un cartel de diez, originalidad y calidad a raudales. Tampoco era de extrañar del buen hacer de la organización, cuando eran las personas encargadas del Gasteiz Calling de Vitoria. Otro dato más y muy importante es que, ese mismo fin de semana había no sé cuántos festivales en Barcelona y también se celebraba el todopoderoso Resurrection Fest de Galicia que podía afectar a la asistencia de público, pues contra viento y marea el evento se llenó hasta arriba y el Poble Espanyol se quedó pequeño.
El Barna N Roll se convirtió en un festival de un día con ocho bandas que nos harían disfrutar desde el principio hasta el final. Claramente estábamos ante una cita enfocada al punk rock, pero la participación del metal de Soziedad Alkoholika y el ska de Bad Manners solamente podía redondear un cartel de diez, originalidad y calidad a raudales. Tampoco era de extrañar del buen hacer de la organización, cuando eran las personas encargadas del Gasteiz Calling de Vitoria. Otro dato más y muy importante es que, ese mismo fin de semana había no sé cuántos festivales en Barcelona y también se celebraba el todopoderoso Resurrection Fest de Galicia que podía afectar a la asistencia de público, pues contra viento y marea el evento se llenó hasta arriba y el Poble Espanyol se quedó pequeño.
La jornada comenzaba con dos
grupos catalanes que pese a un sol abrasador y molesto tuvieron un apoyo
destacable por sus seguidores, que no eran pocos. The Anti-Patiks y Crim demostraron
que no sólo estaban ahí por ser de la tierra, abrían un evento repleto de
bandas míticas y de calidad porque ellos por el momento van sobrados de lo
segundo. Los primeros abrieron con energía y ganas, recordándonos sin dudarlo
ni un instante a una especie de mezcla de Nofx y The Toy Dolls, tanto
musicalmente como por estética. “Només el Punk Rock em fa feliç” fue uno de los
mejores momentos de su breve actuación. Al igual que The Anti-Patiks, Crim tampoco puedo gozar de demasiado
tiempo, pero lo aprovecharon. Con muchos skins esperando la actuación de sus
amigos, los de Tarragona dejaron huella y un tema como “Castells de Sorra” se
queda grabada a fuego, aunque no entiendas apenas el catalán. Simplemente
esperamos que estas dos formaciones sigan creciendo y lleguen a festivales de
todo el estado, lo valen y mucho.
Fueron la última confirmación
para el Barna N Roll y qué acierto incluirlos para una jornada así. Adolescents eran la primera banda
anglosajona en tocar y como no podía ser de otra forma hicieron las delicias de
los más veteranos, temas nuevos y los de toda la vida “No Way” o “Amoeba”. Pasa
el tiempo, pero son otro de esos grupos incombustibles que, aunque los años de
gloria se hayan marchado son necesarios, son historia viva del punk. La nota
metalera del día la iban a dar los imparables Soziedad Alkoholika. Ya puede ser en un Viña o en Resu que los
vascos siempre quedan de lujo en todos los carteles de los festivales. La
sombra por fin llegaba al recinto del Poble Espanyol dando un respiro al
público, pero S.A. golpeaba sin parar y comenzaba a calentar al Barna N Roll
hasta la conclusión del festival. El ambientazo ya era increíble y en las
primeras filas los pogos eran los dueños de la situación. Y aunque estemos
hartos de escucharla, mentira, no estamos hartos, “Piedra Contra Tijera” sigue
poniendo los pelos de punta y el subidón que recorre tu cuerpo es
indescriptible.
Con el festival funcionando a
pleno rendimiento llegaba el turno de unos que los tenemos más vistos que el
jodido tebeo pero que resultaron ser para muchos los verdaderos vencedores de
la noche. The Toy Dolls conquistaron
Barcelona haciendo exactamente lo mismo de siempre, repertorio de siempre,
bailecitos de siempre, tonterías de siempre, estética de siempre, etc. Pero
entre que sonaron bastante bien y que el público estaba receptivo obtuvimos un
resultado final de merecido aplauso. Seguramente para bastante gente del
público, Olga y los suyos hicieron sombra a los protagonistas y cabezas de
cartel de la jornada.
Desde Los Angeles, California,
una vez más nos volvían a visitar, una de las mejores bandas de punk rock de la
historia, no necesitaban presentación, eran Bad Religion. Asustaba ver desde atrás y en alto toda la
perspectiva del recinto que estaba a rebosar de gente, miles y miles de
personas se agolpaban para presenciar la actuación de Greg y compañía. Cuando
los músicos saltaron al escenario se quedaron alucinados del ambientazo que
había en el Poble Espanyol y el público no podía contener la emoción. Pero
todas esas grandes expectativas se fueron apagando cuando el sonido no acompañó
demasiado y la actitud de los músicos, no vamos a decir pasotas, pero sí
demasiado correctos. Hicieron como de costumbre una gran lista de temas, uno
detrás de otro y sin parar, llegando por momentos a ser un tanto monótonos.
Aunque todo esto no quita que en temas como “American Jesus” se desatar la
locura y a rasgos generales la actuación si pasase de manera sobrada el
aprobado, aunque lejos del notable.
Ya con poquitas fuerzas aún
quedaba un cierre de Barna N Roll que daba miedo por el cansancio acumulado de
un día tan intenso. Talco terminaba
de rematarnos con su ska punk fiestero y cañero, aún quedaba bastante gente
tras la actuación de Bad Religion. No hay suficientes halagos para una banda
que tiene uno de los mejores directos, empiezan a mil y terminal a mil por
hora. Y pensar que en su país no son tan queridos como aquí en la Península…,
por algo han venido a Barcelona a vivir. Y ya por fin, con los últimos
resistentes dispuestos a bailar, llegaba el ska clásico de Bad Manners. Con un Buster Bloodvessel bastante jodido físicamente,
nos dejamos llevar a ritmos jamaicanos y nuestra cabeza ya poca atención
prestaba a todo lo que sucedía a nuestro alrededor.
Como valoración final, nuestra
impresión y todo lo que pudimos vivir allí es que Barna N Roll fue un rotundo
éxito. Una selección de bandas exquisita, una localización dentro de Barcelona
espectacular, precios razonables de las bebidas (sin olvidarnos de las
moneditas de pago que llevaban un provocador ACAB, “all coins are beatiful”),
un público que (exceptuando a algún rutinario subnormal) dio la talla y tuvo un
comportamiento ejemplar, unos horarios que se cumplieron bastante bien, una
buena organización y un largo etc., hacen de este evento uno de los mejores de
este año. Las únicas pegas que podemos poner es que una vez dentro del recinto,
si salías, ya no podías volver a entrar y eso no nos pareció nada correcto. El
sonido es otro aspecto a pulir urgentemente.
Simplemente estamos deseando
que tengamos el anuncio de que habrá Barna N Roll en 2017 e irnos mentalizando
que volveremos a esa maravillosa ciudad llamada Barcelona. Y por pedir… a ver
si nos traen a unos Rancid o Social Distortion.
Texto: Núria y Adri
Fotos: Barna N Roll
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